El derecho de soñar



¿Quién puede decidir dónde y cuándo nacer? La árida Guajira fue el escenario que el azar deparó para su nacimiento, tierra de sal, arena y viento, años milenarios le enseñaron a esta gente cómo vivir y ganarle un espacio a la cruel naturaleza, para poder un día alcanzar la felicidad.
Las estrellas del mes de octubre la vieron nacer entre el amor de una pareja un poco fuera de lo común, y al poco tiempo, la vida le dio a conocer la muerte. Pero eso no le impidió querer soñar con una mascota, una casa grande y una biblioteca, la que dirige hacia el reino de…
Vive en Bucaramanga hace ya muchos años, pero no por ello ha dejado de soñar con palmeras y mar, aunque por su ventana no entre una pequeña brisa. La soledad la ha disfrazado con sonrisas y el miedo con libros, en los que se refugia cundo nadie la ve o a los que acude cuando siente que el camino trazado, se bifurca lejos de su sueño. Recorrer el mundo también para ella es un sueño, como lo es para cualquiera de nosotros, y entre sus metas está viajar al viejo continente para conocer las cosas de buena apariencia pero sin esencia, e intentar descubrir por qué algunos colombianos, son como recipientes vacíos que se llenan con cualquier liquido, al viajar fuera de su país, en especial quienes viajan a Francia. Pero sabe, que para eso, primero debe terminar sus estudios, así estén enfrente personas que consideran que por el hecho de tener dinero no se puede estudiar.
Hoy es un día como cualquier otro, y como cualquier persona antes de salir de su casa, se arma de valor para saltar a la calle, embala sus sueños en una mochila, y con paso discreto se dirige a la U en donde paso a paso la esperanza forja un sueño entre miles.

martes, 19 de agosto de 2008

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