La importancia del texto argumentativo en el aula

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Los estudiantes presentamos serios problemas relacionados con la construcción de textos escritos, más específicamente, con la argumentación y la redacción de algún tema. El problema deriva del desconocimiento total o parcial de: qué es un argumento, qué elementos lo componen y qué función cumple, entre otros aspectos; todo esto debido a muchos factores, entre ellos la falta de tiempo por parte del profesor para corregir los escritos que producen sus estudiantes; y también de actividades encaminadas a la construcción y redacción de textos argumentativos, en los que se halle tesis y diferentes tipos de argumentos.

En cuanto a la redacción, desconocemos qué es un plan de redacción y su importancia. Aquí nuevamente gran parte de la responsabilidad recae sobre el docente, ya que no nos ha dado pistas o herramientas sobre el tema para poder guiarnos. Desde muy jóvenes, en la escuela y el colegio, se nos han pedido desde reseñas, cuentos, poemas hasta ensayos, pero nunca se nos dijo cómo se construía un párrafo, salvo la aclaración “el párrafo está compuesto de oraciones”. También es posible que el problema tenga su raíz en el hecho de que no sabemos leer o no podemos leer bien, fijándonos en los pequeños detalles que utilizan los escritores para construir sus textos. Por una u otra razón, es un hecho que no sabemos escribir y que por ende, no podemos plasmar en forma clara nuestras ideas. Por ello, consideramos necesario dedicarle un espacio para el trabajo en el aula sólo de este tema, con cierta profundidad.

Posiblemente la forma más adecuada para trabajar la lectura en el aula sea la producción del texto argumentativo, como resultado del proceso de lectura de un texto o varios textos. Es importante insistir en que los textos que se producen en el aula deben contar con lectores concretos, diferentes del docente, de tal modo que se cumpla el circulo comunicativo. Así, es posible que el docente asigne a cada estudiante un grupo de lectores que deben hacer comentarios escritos a los textos elaborados por algún estudiante, de tal modo que este ejercicio establezca un proceso de argumentación y de mejora del texto escrito.

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Para saber qué es la argumentación, esbozaremos un poco el concepto de argumento. Así, en el diccionario de la Real Academia Española, encontramos la definición de argumento de la siguiente forma: “Razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, o bien para convencer a alguien de aquello que se afirma o se niega.”
[1] Entonces, entendemos por argumento un razonamiento que pretende probar una determinada tesis.

En su libro, Las claves de la argumentación, Anthony Weston, nos dice que argumentar, significa: “ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo a una conclusión.”
[2] Aquí, un argumento no es simplemente la afirmación de ciertas opiniones, ni se trata simplemente de una disputa, los argumentos son intentos de apoyar ciertas opiniones con razones. En este sentido, los argumentos no son inútiles, son, en efecto, fundamentales.

Álvaro Díaz, en su libro la Argumentación Escrita, dice que la argumentación es: “…una forma de convencer o de lograr la adhesión de un determinado auditorio, pero apoyándose más que todo en criterios racionales.”
[3] Y denomina como textos argumentativos a aquellos que:

“…cuyo principal propósito es convencer al lector para que acepte o comparta determinados puntos de vista. En tal sentido, son de carácter argumentativos los editoriales de periódicos y revistas; los artículos periodísticos de opinión… en las que sus autores defienden alguna opinión o refutan algún planteamiento publicado en algún medio de comunicación.”
[4]

En términos generales, se puede caracterizar el texto argumentativo como un escrito en el que se toma posición sobre una temática, una opinión o una problemática determinada, se respalda dicha posición a través de argumentos y se accede a unas conclusiones.

De este modo, el objeto de un texto argumentativo es adecuado de discusión, o en otras palabras, el texto argumentativo no está frente al problema de la verdad o la falsedad, sino frente al problema de la verosimilitud
[5].

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Esta breve definición del concepto de argumentación, lo hemos tenido en cuenta, para señalar algunos elementos que se deben tener en cuenta a la hora de escribir un texto argumentativo como lo son: Delimitación del tema, exposición de la tesis, presentación de los argumentos, tipos de argumentos, plan argumentativo y conclusión*

Delimitación del tema: el texto argumentativo debe delimitar el campo temático del que se ocupa y mostrar la pertinencia de esta delimitación.

Exposición de la tesis: en el texto argumentativo debe exponerse de manera clara la tesis a favor o en contra de la cual se va a argumentar. La tesis puede estar conformada por una opinión, un juicio frente a una situación, una valoración, una teoría que se quiere defender, un procedimiento que se quiere evaluar…
Presentación de los argumentos: la tesis o las tesis planteadas se deben apoyar con argumentos. Un argumento está compuesto por una afirmación y unas premisas o razones que la apoyan, éstas pueden estar conformadas por ejemplos, comparaciones, definiciones… en el texto argumentativo es importante evaluar los contra argumentos asociados a la tesis que se desarrolla.

Tipos de Argumentos

Argumento por ejemplos: Los argumentos mediante ejemplos ofrecen uno o más ejemplos específicos en apoyo de una generalización. Es necesario preguntarse ¿Cuántas premisas apoyan adecuadamente una generalización? Un requisito es que los ejemplos sean ciertos, puesto que un argumento debe partir de premisas fiables. Si las premisas no pueden sustentarse, no hay argumento. Para comprobar los ejemplos de un argumento, o para encontrar buenos ejemplos para sus argumentos, tendrá que investigar.

Argumento por analogía: Los argumentos por analogía, en vez de multiplicar los ejemplos para apoyar una generalización, discurren de un caso o ejemplo específico a otro ejemplo, argumentando que, debido a que los dos ejemplos son semejantes en muchos aspectos, son también semejantes en otro aspecto más específico. Cuando un argumento acentúe las semejanzas entre dos casos, es muy probable que sea un argumento por analogía.

Argumento por autoridad: A menudo tenemos que confiar en otros para informarnos y para que nos digan lo que no podemos saber por nosotros mismos. Si no podemos juzgar, a partir de la propia experiencia, entonces recurrimos a los argumentos de autoridad. Los criterios de un buen argumento de autoridad deben considerar lo siguiente: Las fuentes deben ser citadas, estar bien informadas y ser imparciales; se debe comprobar el origen de las fuentes, y rechazar aquellas que aluden a los ataques personales y no a lo que dicen.

Argumento de causa: A veces tratamos de explicar por qué sucede alguna cosa argumentando acerca de sus causas. Usted debe preguntarse: ¿Explica el argumento cómo la causa conduce al efecto? ¿Propone la conclusión la causa más probable? Los hechos correlacionados no están necesariamente relacionados, y los hechos correlacionados pueden tener una causa común: cualquiera de los hechos correlacionados puede causar el otro, y además las causas pueden ser complejas.

Plan argumentativo: es necesario que los diferentes elementos del texto argumentativo se organicen siguiendo un plan o eje argumental. La existencia de un plan argumental define el tipo de secuencia argumentativa: Introducción- tesis – argumentos – ejemplos- conclusión-. Si no existe tal plan se podrá estar ante un listado de argumentos inconexos; o frente a un texto en el que la conclusión no se deriva de los argumentos y a tesis planteados.

Conclusión: el texto argumentativo generalmente conduce a una conclusión o conclusiones o implicaciones. La conclusión debe derivarse lógicamente de la tesis y los argumentos.

En cuanto a las características de la redacción nos apoyaremos en el capítulo de la Planificación y Producción de ideas, del libro Cómo redactar un tema, de María Teresa Serafini: “para escribir existen operaciones elementales: organizar ideas, escribir el esquema. Asociar cada idea a un párrafo, desarrollar los propios razonamientos, revisar y hacer más legible lo que se ha escrito.”
[6]

En cuanto a las ideas: antes de comenzar se deben recoger el material, las ideas, los hechos, las observaciones con las cuales construir nuestro texto. En esta parte se elabora un borrador del plan de redacción y se exponen las tesis por parte de los alumnos.

Sobre la tesis: “quien escribe hace diversas consideraciones, todas relacionadas entre sí por una idea principal que es el centro del texto, la tesis del autor.”
[7]

Sobre el párrafo Modelo Toulmin:

a) La afirmación: presenta la idea principal del párrafo.
b) La información: contiene los datos de apoyo a la información.
c) La garantía: constituye el vínculo entre la afirmación y la información y muestra la importancia de ésta como soporte de esa.

En cuanto al tema: “La argumentación surge de una situación o hecho cuya interpretación es motivo de polémica y amerita, por lo tanto, una justificación.”
[8] Tema del artículo: El problema de las marcas a la hora de comprar.

En cuanto al propósito: “Quien argumenta tiene como propósito ejercer una influencia sobre algún destinatario para que se adhiera a sus puntos de vista.” Propósito del artículo: persuadir a los lectores para que a la hora de comprar no se fijen tanto en las marcas. “

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Cuando hablamos de argumentación, o de argumentar, pensamos en determinadas actividades u oficios, nos viene a la mente la imagen del abogado defendiendo a su cliente, el político intentando convencer al posible votante... Sin embargo, la
argumentación es algo más que eso, algo más cotidiano, habitual y útil de lo que pueda parecer.

La verdad, es que argumentamos cuando intentamos convencer de algo a nuestros padres, a nuestros amigos, a nuestra pareja, vecino, compañero o compañera de trabajo, etc. Argumentamos cuando hablamos de fútbol, cuando discutimos de política, cuando exponemos ante los demás cualquier idea o intentamos convencerlos de que estamos en lo cierto, o de que su postura o su opinión no es la correcta.

Si esto es cierto, ¿por qué no sería necesario que aprendiéramos a argumentar y redactar un tema, si esto vendría a representar ganancias para nosotros?

El argumento es esencial, en primer lugar, porque es una manera de tratar de informarse acerca de qué opiniones son mejores que otras. No todos los puntos de vista son iguales.

Por otra parte, es hora ya, de que en la educación se empiece a desplegar un currículo encaminado a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, como lo es la construcción de textos argumentativos, que va de la mano con la lectura crítica, que le permite a los estudiantes asumir una posición nada pasiva frente a todos los textos (verbales y no verbales) que encuentre en su camino.
[1] Diccionario de la Real Academia Española. www.rae.con. 2008.
[2] Weston, Anthony. Las claves de la argumentación. Editorial Ariel.1998. Pág ,
[3] DÍAZ RODRÍGUEZ, Álvaro. La argumentación escrita. Medellín. Editorial Universidad de Antioquia.
2002. Pág. 5 la cursiva es nuestra.
[4] Ídem. Pág. 34.
[5] PÉREZ ABRIL Mauricio. Leer y escribir en la escuela: Algunos escenarios pedagógicos y didácticos
para la reflexión. Bogotá. ICFES. 2003. Pág. 48
* Para hablar de estos temas tomaremos las definiciones propuestas por: PÉREZ ABRIL Mauricio, DÍAZ RODRÍGUEZ, Álvaro, Weston Anthony, SERAFINI, Teresa.
[6] SERAFINI, Teresa. Cómo redactar un tema, Didáctica de la escritura. Barcelona. Paidós. 1993. Pág. 50
[7]Ídem. Op. Cit. Pág. 27.
[8] DÍAZ RODRÍGUEZ, Álvaro. Ibíd. Op. Cit. Pág. 11 y subsiguientes.

miércoles, 13 de agosto de 2008

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